jueves. 25.04.2024
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Secadero de un tamaño inferior.

La Sociedad Cooperativa de Regumiel culmina la ampliación de unos 4.000 metros cuadrados en dos secaderos con una inversión de 600.000 euros
Soportar la crisis no está siendo fácil. Frente al desánimo y la apatía total, hay empresas como Maderas de María de Regumiel de la Sierra que, haciendo las cosas bien, continúan apostando por el sector maderero, con un trabajo alargado en el tiempo, con proyectos que van sacando adelante, iniciativas que responden a la demanda en momentos concretos, soluciones para adaptarse a los cambios.
Durante seis meses, las instalaciones ubicadas en el polígono de Regumiel han vivido un periodo de ampliación centrada en la adecuación de dos secaderos, en distintas zonas de la unidad productiva.  El más pequeño, más cercano a la travesía, y el grande, mirando al pueblo y a la sierra con una capacidad mayor, de más de 3.000 metros cuadrados.
“Al contrario de otras empresas que ya no quieren estocaje, nosotros hemos apostado por almacenar buena parte de la producción para que el cliente disponga de lo que quiere en cada momento”, dice uno de los socios de la empresa que ha pasado de padres a hijos, y que ha apostado por la naturaleza, con el logro de las certificaciones adecuadas, promoviendo la gestión forestal sostenible PEFP y trabajando con la marca de garantía Madera Pino Soria Burgos.
La ampliación acometida en estos últimos meses es la actuación más importante desde que estrenaron las nuevas instalaciones en 2009. “El sistema de estanterías nos permite disponer de más espacio en un secadero natural”, nos explican desde la empresa, satisfechos por el resultado de las amplias dotaciones.
Vigas, machones, tablón de construcción, traviesas, embalaje… Maderas De María adapta su producción a las necesidades del cliente. El trabajo con la madera de los montes de la comarca les ha permitido consolidar el mercado en Castilla y León y en diferentes puntos de la geografía nacional.
El esfuerzo inversor se ha realizado con fondos propios, sin ayudas de las administraciones públicas, en un claro ejemplo de superación para un proyecto fundamental para esta zona, que está dando trabajo diario a doce personas. La falta de apoyo evidencia hoy lo que sigue siendo un problema en lo que debería ser la relación institución-empresa, algo incomprensible en los tiempos que corren.
Muestra de esa apuesta por el aprovechamiento de los recursos es la caldera de biomasa con la que alimentan parte de las instalaciones. Funciona con sobrantes de la producción, una fuente de energía limpia y con la que la empresa consolida su apuesta por el medioambiente.
¿Proyectos futuros?. De momento, consolidar lo que se tiene, aunque algo hay ya en preparación. Seguir trabajando, proyectando, abriendo y manteniendo mercado, y adaptándose a lo que venga. 

Maderas De María culmina en Regumiel la ampliación de dos secaderos con 4.000 m2 y una...