viernes. 29.03.2024
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Por Palacios de la Sierra sí pasó la guerra Civil de 1936-1939. Pasó sobre sus gentes, sobre los soldados del ejército y en forma de represión, ejercida por el bando sublevado de Franco con 14 fusilados, 12 soldados muertos en los frentes de guerra, 2 desaparecidos por presuntos homicidios, 19 encarcelados sin contar a los fusilados y 3 depurados municipales.

Con estas palabras comenzaba el investigador, natural de Hacinas y ahora ya jubilado profesor durante 41 años en Canicosa, Jesús Cámara, la exposición que el pasado sábado 3 de agosto reunió en Palacios de la Sierra a centenares de personas que abarrotaron el salón municipal para arropar uno de los actos más emotivos de los ocurridos este verano en la comarca de Pinares, el que se llevó a cabo como homenaje a las víctimas represaliadas del franquismo.

“Una parte de la historia que no nos han contado, para bien o para mal”, señalaba el palanciano Igor Llorente presentando el acto minutos antes de que el investigador Jesús Cámara subiera al escenario. “Hoy estamos aquí para recordar a esos protagonistas y ensalzar su memoria. Es importante saber qué les ocurrió a nuestros abuelos para contárselo a nuestros hijos”, confesó Llorente ante el público.

Acto seguido, Jesús Cámara comenzó su exposición haciendo hincapié en que todos los datos aportados son el “resultado de una investigación que ha durado cinco años” en la que se habló de todos las víctimas represaliados del franquismo de Palacios de la Sierra y en la que se resaltó la figura de Pedro Simón, quien fuera alcalde antes del alzamiento y fusilado 18 de enero de 1940, el día de su cumpleaños, y cuyos restos ha recuperado ahora su biznieta Laura Martín, impulsora del encuentro vivido en Palacios en homenaje a las víctimas.

“En las elecciones municipales de 1931 salieron elegidos siete concejales republicanos y dos monárquicos. Fue elegido alcalde Pedro Simón Llorente de tendencia izquierdista. En las elecciones de 1936 las fuerzas políticas de la izquierda se aglutinaron en el denominado Frente Popular y se presentaron unidas para ganar las elecciones del 16 de febrero.  En Palacios la derecha obtuvo 772 votos, el Centro (partido Radical) 78 votos y la izquierda (Frente Popular) 1.158. La guardia civil achacaría a Pedro Simón y al secretario del juzgado Francisco López Linares de ser los que “envenenaron” al pueblo con propaganda del Frente Popular”, señaló Cámara.

“La sublevación del 18 de julio de 1936 eliminó la Segunda República que había despertado numerosas esperanzas. El alcalde Pedro Simón tuvo el valor de publicar un bando contrario al de Mola; según él “ordenó tranquilidad al vecindario”. Cuatro días después la guardia civil vino en su busca, pero no lo encontraron. Toda la zona de Salas de los Infantes quedó desde el primer momento en la zona dominada por la sublevación militar. Pasó de acatar las autoridades republicanas de Madrid a las rebeldes de Burgos. La sumisión fue casi absoluta. Lo determinó la guardia civil que dio el paso al frente hacia la rebeldía”, añadió Cámara, apuntando que “el 24 de julio presidió la sesión de ayuntamiento el comandante de la guarda civil de Salas, con ausencia de Pedro Simón, que le destituyó, nombró nuevo alcalde y clausuró la casa del pueblo”.

En ese momento comenzó una etapa de miedo, “con el levantamiento se dio en La Sierra una caza de rojos. Su búsqueda fue fácil pues en los pueblos se conocían todos. Surgieron las denuncias y las “listas negras” de las que solo se conocen los efectos.

Figuraban en ellas los nombres de alcaldes y concejales de las comisiones gestoras que regían los ayuntamientos, de miembros de sindicatos, de socios de las casas del pueblo y de simpatizantes del Frente Popular. No dejaron rastro documental y se confeccionaron a través de declaraciones, soplos y chivatazos. Al atribuir a uno u a otro las denuncias se entra en un campo de tierras movedizas donde es muy fácil equivocarse”, declaró el historiador.

Jesús Cámara continuó explicando que “en el cuartel de la guardia civil de Salas de los Infantes estuvo el centro logístico militar-rebelde de la represión durante los tres primeros meses de la guerra con una única cabeza de mando: la del teniente de la guardia civil Julio Martínez Hernáiz. Controló todas las denuncias e informaciones y por iniciativa propia o de la autoridad militar dirigió la represión en toda la comarca contra los izquierdistas. Dos años más tarde sería condenado a muerte, no ejecutada. Voluntarios y falangistas acompañaron y apoyaron a la guardia civil en las detenciones. En Palacios, en el mes de julio fueron apresados dos vecinos; en agosto doce; en septiembre seis; en octubre tres; entre 1937 y 1939, dos; y en 1940, cuatro. Los apresados pasaron por las prisiones de Salas de los Infantes, la Prisión Central de Burgos, la Prisión Provincial de la calle Santa Águeda y el penal de Valdenoceda”.

Distintos destinos les esperaban a unos y otros, aún así todos ellos llenos de dolor y sufrimiento. Sentimientos que han ido heredándose de generación en generación y que aún a día de hoy son difíciles de olvidar. Para explicar este trauma heredado, en el homenaje de Palacios participó la psicóloga Carmen de Pedro contando de una forma emocionada “cómo se gestiona de padres a hijos este dolor”.

Durante la tarde, otros muchos protagonistas fueron participando en el homenaje. Algunos como Fernando García de la asociación ‘En medio de abril’ de Aranda de Duero que explicó cómo el olvido se ha adueñado de muchos. “Cuando vas a preguntar a las casas nadie se acuerda de nada. El olvido quedó marcado en sus carnes. Yo mismo reconozco que en mi casa se ocultó todo. Para buscar fosas es muy difícil, aunque en este tiempo hemos sacado ya a unos 500 fusilados”, señaló.

También intervinieron expertos en búsqueda e identificación como Miguel Mezquida o Juan Montero, árqueólogos, que explicaron el trabajo de recuperación de restos, como por ejemplo el del alcalde Pedro Simón en una fosa en Paterna.

Emocionantes intervenciones como la de familiares de los propios represaliados de Palacios hicieron emocionar a los presentes.

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Una jornada con mucho público y apoyada por numerosos colectivos

Palacios de la Sierra vivió una jornada emotiva el sábado 3 de agosto que contó, -además de con numeroso público de la propia localidad-, con un gran número de asociaciones y colectivos que no quisieron perderse la oportunidad de apoyar este homenaje a los palancianos y palancianas víctimas represaliadas de la Guerra Civil.

Concretamente, las asociaciones que apoyaron el acto fueron la Asociación Científica Arqueoantro de Valencia, la Diputación de Valencia, la coordinadora por la recuperación de la Memoria Histórica de Burgos, la Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad y la Asociación ‘En medio de abril’ de Aranda de Duero.

“Es con actos como éste como intentamos curar nuestras heridas y que nuestra memoria nos ayude a no permitir que esa parte de la historia vuelva a suceder”, señala Laura Martín, biznieta del alcalde fusilado Pedro Simón, “Como acto final del encuentro, los familiares realizamos un gran corazón formado por pequeños corazones, cada uno representando a cada víctima emocionándonos enormemente.

Destacar dentro de las intervenciones la música de Manel Gil Inglada y Ramón Sauló que “nos llegó al alma”. Y las poesías recitadas por un hijo de una de las víctimas, Florencio Chicote y Tomás Olalla “nos erizaron la piel y nos emocionaron”, concluye Martín.

Jesús Cámara: "Por Palacios de la Sierra sí pasó la Guerra Civil"