miércoles. 24.04.2024
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Raimundo Amador, José Mercé o el Canijo de Jerez son algunos de los grandes artistas del mundo del flamenco que se dan cita desde este jueves 26 de noviembre hasta el 12 de diciembre en el Monasterio de San Agustín de la capital burgalesa. Eso sí, esta vez los espectadores no podrán escuchar ni sus guitarras ni sus voces. Su presencia será de una manera más especial a través de la imagen, a través de la fotografía de David Palacín, pinariego de adopción de Canicosa de la Sierra, que mostrará numerosas de sus obras de la colección ‘Flamencos, retrato de un sentimiento’.

Palacín nació en León en 1975 y descubrió la fotografía a los ocho años cuando su padre le regaló su primera cámara y sus primeros consejos. Con quince años realizo su primer trabajo como fotógrafo de una banda de rock burgalesa. En 1997 se trasladó a vivir a Sevilla donde conoció a artistas flamencos de la ciudad. Esa relación se materializó años más tarde en esta colección ‘Retratos flamencos’ que ahora puede descubrirse en el Monasterio de San Agustín. “La luz del sur, las gentes, la música y las costumbres de Andalucía abren un nuevo horizonte en mi mente. Me impresiona  su profundidad, dramatismo y solemnidad. En ellos he buscado algo que va más allá que la expresión flamenca, algo más interno, más íntimo, más personal y humano”, confiesa Palacín.

“En esta ocasión he tenido la oportunidad de colaborar con el festival “Olé Burgos”  un proyecto que me cautivó desde que descubrí su enfoque social y en el que desde entonces he intentado aportar mi granito de arena, por eso dono todas estas obras aquí expuestas y las reproducciones que aquí se vendan a la Asociación “Unión Gitana de Burgos” para que con la totalidad del dinero recaudado realicen proyectos con personas en riesgo de exclusión social”, comenta el artista.

El fotógrafo de Canicosa de la Sierra David Palacín expone su colección más flamenca