Hace varias semanas que ha dado comienzo a la campaña micológica y ya se están empezando a recoger los primeros Boletus Edulis en los montes de la comarca, aunque "a cuentagotas" debido a la falta de lluvias. Los expertos prevén para esta temporada “mejores expectativas” que la anterior que fue considerada como nula. Al menos, el movimiento de licencias micológicas ya está empezando a notarse en los consistorios pinariegos. En el que más en Covaleda donde con su regulación propia municipal ya se han repartido 1.000 licencias de las 1.700 que existen para empadronados. "Son gratuitas para los empadronados, pero estamos sorprendidos por la gran cantidad de licencias que ya se han repartido".
La Ordenanza municipal reguladora de los aprovechamientos forestales del Monte CUP nº 125 de Covaleda cuenta con varias características, entre ellas que los empadronados (con un año mínimo de antigüedad en el padrón municipal de habitantes) recolectarán setas y hongos de forma gratuita en sus montes, y aquellos que no están empadronados tendrán que sacar una autorización para dos días consecutivos cuyo coste será de 5 euros por los trámites de expedición de documentos. En ambos casos, el número máximo a recolectar por persona y día será de 30 kilos, pudiéndose reducir teniendo en cuenta la presión recolectora a soportar en el monte.
En otros pueblos pertenecientes al sistema Micocyl gestionado por Cesefor la venta de licencias se va produciendo en goteo. Por ejemplo, Navaleno ha sido uno de los que más ha vendido hasta ahora de toda la comarca. Desde el Ayuntamiento han entregado ya un total de 268 permisos. Otro de los que más ha vendido es el Consistorio de San Leonardo de Yagüe con un total de 255. En la cara opuesta el Ayuntamiento de Duruelo ha vendido solo, por ahora, 34 licencias.
En la parte pinariegoburgalesa, existen varias realidades diferentes en cuanto a recolección micológica. Pueblos como Regumiel y Canicosa de la Sierra esperan este año poder comprobar la eficacia del sistema Micocyl al que entraron la temporada pasada. Para el alcalde de Canicosa de la Sierra, Ramiro Ibáñez, la causa de peso por la que su pueblo se incorporó al Micocyl no fue la de recaudar dinero, sino ese control del monte que tanto se espera. “En 2015 la situación llegó a ser insostenible. Queremos que haya un control, y formando parte de este sistema confiamos que tanto el Seprona, como los Agentes Medioambientales de la Junta, vigilarán los montes ante la amenaza de los furtivos”, señala Ibáñez.
En la otra cara de las regulaciones se encuentra el Coto ‘Pinares Sur’, que continuará esta temporada con su regulación propia como lleva haciéndolo desde hace algunos años con verdadero éxito. Lo componen doce municipios, entre ellos Hontoria del Pinar, Huerta de Rey, Rabanera o Silos, y son pioneros en la comarca serrana en la gestión municipal de su micología.
También Neila es otro de los pueblos de esta zona que cuenta desde hace varios años con regulación micológica municipal y además con una valoración bastante positiva por parte del Ayuntamiento y los vecinos.
Entre los pueblos pinariegoburgaleses que faltan por contar con regulación se encuentra Quintanar de la Sierra, localidad que a día de hoy está estudiando las posibilidades y alternativas al respecto.
