jueves. 28.03.2024

El Parque de Las Lagunas de Neila necesita de mucha más atención

En los últimos meses se han vivido escenas propias de una película cómica en el espacio natural.

 

 

 

 

 

Un tesoro medioambiental de tamaña envergadura está siendo desatendido por quienes, desde la Junta de Castilla y León, Servicio de Medio Ambiente y Junta Rectora, deberían de procurar su conservación.
Partimos de que es un parque que sólo se puede visitar en verano. No pasa el quitanieves ni un día para limpiar el acceso a Las Lagunas. Cuando hay buena acumulación, no se puede; y cuando hay poca, no merece la pena. Hay un refugio-albergue cerrado, alojamiento idóneo en medio de la naturaleza, que no ha prosperado para la inoperancia de quienes nos gobiernan. No hay  un plan de inversiones estructuradas, organizadas como existen en otros parques. 
El Centro de Interpretación, o Casa de Las Lagunas, funciona con una persona, que no puede tener la disponibilidad suficiente para dar un servicio de rutas, salidas guiadas y actividades en la naturaleza que sería procedente.
Mal de males no tiene el parque señalización, ni desde la vertiente burgalesa, ni desde la riojana. Uno no sabe que está en el espacio protegido hasta que no corona El Collado.
Ante este panorama  desesperanzador nos da la sensación que los responsables de su cuidado, promoción y mantenimiento no ven prioritaria la tarea. La Junta Rectora del parque debería haberse reunido esta primavera, en un día laborable. Tras estar convocados, y deber modificar varios de los integrantes agenda y trabajos, una llamada desde Burgos en el día autos hablaba de la imposibilidad de estar ahí por culpa de la nieve. Ellos que vienen con coches todoterreno y chófer, y los demás…¿No temen también a la nieve?.
Las causas de esta desconvocatoria son significativas. Nos interesa algo que no dé problemas, que podamos controlar desde los despachos, que no nos haga trabajar un poquito más….El dinero se pierde entre sueldos y suelditos de directores, responsables, ingenieros y demás artistas. No hay compromiso. No hay actuaciones efectivas. No hay voluntad por cambiar las cosas y hacer de este espacio un lugar de referencia, un enclave idílico a juego con el entorno que le rodea. Hagamos algo que sea capaz de atraer a gente que pueda disfrutar de Neila, pueblos cercanos, sus servicios. Vamos a dejarnos de miradores transparentes. No pongamos lazo para tapar las vergüenzas.
Al igual que ocurre con los padres biológicos incapaces de educar a una criatura, y con los Servicios Sociales, ejerciendo la responsabilidad que otros no manifiestan, así también van a llevar a los propietarios de estos enclaves a ponerse en manos de otros parques, otras juntas rectoras de sitios cercanos que, a pesar de tener también muchos problemas, dan muestras de un funcionamiento más acorde con lo que se demanda de un espacio tan privilegiado.

El Parque de Las Lagunas de Neila necesita de mucha más atención