miércoles. 24.04.2024

Unas navidades más

En este año 2014 que ya acaba hemos ido archivando percepciones íntimas en el morral de la vida.

    

En estas fechas, damos vuelta al macuto y van apareciendo por el boquete abierto todas y cada una de nuestras complejas sensaciones nacidas desde la experiencia del vivir. Ahora me rodeo de silencio para protegerme de una realidad cosida a corruptelas varias, a comportamientos agresivos, a unas cifras de paro insostenibles… Cuando esto escribo, la noche adelanta sus sombras en las horas tempranas de la tarde y se borran los perfiles de unos montes entrañables coronados de nieve, aún incipiente y trémula, como de cuento. Por sus laderas descienden unos pinares umbrosos y melancólicos. En los pueblos se dibuja la vida de sus gentes, los que sostienen a los largos inviernos, en las luces tras los cristales de las ventanas.
    Es la Navidad tiempo de reflexión: La humanidad de Jesús de Nazaret que se rebela contra todo privilegio; que no acepta diferencias entre las personas; que absuelve y no condena y que predica la ética del amor, debiera ser la imagen conductora de las celebraciones navideñas Sin dogmas ni adoctrinamientos.  Para ser un poquito mejores todos. No es muy ortodoxo que, entre tantos deseos de felicidad navideña, yo recuerde ahora a los desposeídos que se verán más pobres; a los que viven en soledad que estarán más solos; a los enfermos que se sentirán más afligidos y a los que sufren el vacío de una ausencia que no se sentirán amparados. A los que vivimos un cierto grado de bienestar tenemos ese deber solidario de compartir esta satisfacción,  porque, sin duda, vamos a ser más felices.
Leo una cita de Séneca: “Si quieres hacer feliz a un hombre, no le añadas bienes sino réstale deseos”. En estas fechas cuando hay que ser felices por decreto, las expectativas de dicha se pueden borrar por cualquier circunstancia, sea o no accidental: una indisposición física, un desencuentro en esa mesa de familia llena de silencios, la ausencia de un ser querido... ¡Tantas cosas! Mejor poner el listón bajo para alcanzar las pretensiones con las manos.
    Desde este rinconcito de la revista “Pinares Noticias” donde mis sentimientos se hacen palabra escrita, envío a todos mis paisanos de la zona de pinares, a los que pongo rostro y a los que no conozco, mis deseos de salud y prosperidad junto al más entrañable de mis abrazos. ¡Felices Fiestas!

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