martes. 30.04.2024

Entornos naturales

La sociedad rural, de la que formo parte, tiene como destino preservar la Naturaleza por múltiples y variadas razones. Una de ellas responde a la necesidad de incrementar las zonas verdes por su connivencia con la salud. 

Los investigadores de la OMS en Europa hablan de la necesidad de una población vegetal en la Tierra para dar respuesta a una vida más larga y saludable de los humanos. La segunda razón tiene como destino el incremento de un turismo rural que, además de promover mejoras en la hostelería y restauración, pueda ser la base de posibles promociones de trabajos en los pueblos. Estamos conociendo de primera mano como se vive al alza este deseo de visitar los paisajes que envuelven a la vida rural en un entorno idílico. Es por esta razón que la sociedad “pueblerina” debe navegar en un buen navío, y todo el mundo está llamado a contribuir en la buena dirección de su timón.

Mis convicciones dependen de la edad que tengo y de las experiencias vividas.  Puedo hilar en un relato impersonal mis andanzas por Castroviejo en Duruelo de la Sierra, y que he visto sus formaciones rocosas y he realizado fotografías inéditas. Yo he “vivido” ese paisaje espectacular con la ayuda de mi imaginación y mi sensibilidad. Esta Naturaleza sublime forjada por conglomerados pétreos en un relieve peculiar, con sus numerosas formas y estructuras, ha forjado en mi mente historias fantásticas  en sus cavidades, arcos, torretas, callejones… Es mi percepción singular de los parajes la que me conduce de un lugar a otro por esos senderos desconocidos y cargados de sueño y utopías.  No es mi deseo ser guiada por el cicerone pertinente hacía aquellos lugares pergeñados en las visitas turísticas. Puede ser que me pierda una panorámica programada desde un lugar pintoresco. Pero esa visión personal de una naturaleza pétrea, moldeada por miles de años, es incompatible con las pasarelas metálicas, miradores, y otros caminos artificiales. No se fomenta al turismo rural con estas andanadas. Tratar de ascender a cotas de una visión panorámica programada es como poner un remiendo junto al agujero. Eso no es una buena solución porque suele ocurrir que sólo se ve el remiendo y, a menudo, es el mismo remiendo el que tapa el agujero.

Sé que se ha organizado una “Plataforma vecinal Castroviejo Natural” en contra del “Mirador” y como defensa del entorno contra “alivios metálicos”. Este programa de infraestructuras turísticas, propiciado por quien sea, llevará consigo una elevada suma de dinero que bien podría ser adjudicado a otros asuntos de mayor interés para la sustentación de la población rural, por ejemplo la Sanidad, la Educación… y otras deficiencias varias. Este lugar único y paradisíaco no necesita afeites. No deseamos un “Castronuevo” sino “viejo”. El “castro” en su definición es, en esencia, un poblado humano instalado en una posición topográfica dominante, durante los años transcurridos desde la Edad de Bronce hasta la Dominación romana. Este poder pétreo, es el deseo de los que amamos una orografía imperecedera Que nada se remueva. Que la imaginación baile. Que el dinero no se pierda entre las piedras y vaya a las manos de los habitantes de los pueblos. Añado mi firma a la Plataforma vecinal Castroviejo Natural. Queda escrito.

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