Nos preocupa la progresiva pérdida de servicio de autobús en estas últimas décadas para los vecinos de la comarca de Pinares, y que nos une con las ciudades de Burgos y Soria.
La reciente denuncia pública del Partido Castellano-Tierra Comunera sobre la inversión económica que está haciendo la Diputación de Burgos para un complejo deportivo en la ciudad de Burgos ha reabierto una vieja polémica. ¿Deben las diputaciones poner dinero en los núcleos mayores de 20.000 habitantes?.
Nos ha dejado Jesús, un hombre bueno. Vecinos de Neila, gente vinculada a la población y habitantes de la comarca que le conocieron, lloran su muerte.
La historia se repite y los robos vuelven a ser cotidianos en locales de bares y hostelería de la comarca pinariega.
Durante estos últimos días hemos vivido la tensión de los acontecimientos políticos en España. Ha habido concentraciones, insultos, acusaciones y mucha confrontación.
Seguimos acudiendo al monte a recoger setas. Eso está bien. Para algunos, es el único momento para acercarse a las masas forestales. Una vez al año no hace daño. Bienvenidos. Sin duda es una forma de aprovechar un recurso que la naturaleza nos aporta.
La inversión económica que se acomete en Lubia para potenciar las Brigadas Forestales, y que alcanzará los 4,3 millones de euros, vuelve a marginar a la comarca pinariega para acoger estos centros directamente relacionados con el trabajo y la protección de la riqueza forestal.
En un año y medio, en Castilla y León vamos a soportar tres procesos electorales, y dos de ellos, - en autonómicas y generales-, por adelanto a la fecha correspondiente.
Ha sido una legislatura de usar y tirar. Cerramos un ciclo de cuatro años plagado de vicisitudes.
Los ayuntamientos de Pinares están dotados de sus técnicos, con secretarios-interventores, arquitectos y especialistas en urbanismo, auxiliares de secretaría, monitores, y trabajadores en los distintos servicios hasta donde llegan las competencias municipales.
Algo se mueve en un ambiente más enrarecido de lo normal. La cercanía de las elecciones municipales eriza los ánimos de los partidos políticos, con sus representantes dispuestos a ir a la carga, canuto en mano bien pertrechado de una batería de grandes propósitos y una memoria selectiva, capaz de aniquilar cualquier atisbo de error cometido a lo largo y ancho de una extraña legislatura.
Dejamos la temporada invernal con un elenco de preocupaciones. Decíamos que no se cumplían los presagios de un ciclo económico desastroso pero el aumento de los tipos de interés, con una repercusión directa en la subida del Euribor y el problema de la inflación afectan de forma notoria a quienes menos tenemos y más debemos.
En esta vida tan acelerada que llevamos, pasa inadvertida la labor de muchas personas que, en su trabajo, como voluntarias, con su familia, como realización personal o por colaboración, se vuelcan en hacer más fácil la vida a los demás, entre ellos los más mayores, necesitados de mayor atención, y a quienes se les asiste de forma constante y completa.
Partidos incluidos dentro de la Coordinadora de La España Vaciada han perdido una oportunidad de oro para poder comenzar a cambiar las manera de gestionar en la política local.
El año que ha terminado ha vuelto a poner de manifiesto nuestras virtudes y vergüenzas.
Por si nos habíamos enterado, estamos en tiempo preelectoral. Es un periodo en el que los partidos políticos calientan motores para un 2023 con una doble cita en las urnas: las municipales a finales de mayo y las generales en el último trimestre del año.